Desc: La bella señora Smith: Dirigida por Hobart Bosworth. Con Fritzi Scheff, Louis Bennison, Forrest Stanley, Owen Moore. Para escapar de la triste formalidad de su vida natal, Drucilla se casa con un misionero, Ferdinand Smith, y va con él a África. Aquí su vida resulta todo menos feliz. Al negarle los placeres que disfrutan la mayoría de las niñas de su edad, soporta la fría severidad de su marido el mayor tiempo posible y luego lo abandona y regresa a Estados Unidos, donde visita a su antigua amiga de la escuela, Letitia Proudfoot. Mientras asiste a una recepción con Letitia, conoce al poeta Forrest Smith, cuyas atenciones son bienvenidas después de la austeridad del frígido Ferdinand. Entre ellos surge una amistad que pronto madura en amor. Ante la noticia de que Fernando se ha perdido en el mar, ella y el poeta se casan. El amor en una cabaña no es más satisfactorio para la bella Drucilla que la vida entre los paganos. Forrest no es un buen proveedor, y cuando ella lo amenaza con demandarlo por falta de manutención, él desaparece, dejando una nota de despedida prendida en su abrigo, que se encuentra al borde del mar. Libre de nuevo, Drucilla se enamora realmente por primera vez, esta vez de Frank Smith, un hombre rico del club, con inclinaciones atléticas. Frank resulta poseer una naturaleza muy celosa. Drucilla soporta pacientemente sus dudas y sospechas, pero al poco tiempo llega un clímax que precipita una demanda de divorcio. Drucilla acoge con alivio esta conclusión de sus infelices asuntos domésticos y parte con Letitia en busca de reposo. Ahora sucede que Ferdinand no se perdió en el mar, y Forrest no se suicidó, y cada uno desarrolla el deseo de reunirse con su esposa. Inmediatamente partieron en su busca y finalmente se encontraron en el mismo hotel. Aquí también viene Frank, quien también ha cambiado de opinión. Así, en lugar de encontrar reposo, como esperaba, Drucilla se ve sumergida más profundamente que nunca en tribulaciones conyugales. Su tierno corazón la impulsa a reconciliarse con Frank. Pero tan pronto como se hace esto, Forrest aparece y hace su reclamo. Drucilla grita: "Soy bígamo", pero el tardío Fernando, entrando en escena, responde: "No, tú eres un trigamista". ¿Cuál de los maridos tomará Drucilla y cómo evadirá la ley? Ésta es la pregunta. Los inteligentes autores han dispuesto que esto sea una suposición hasta el final, y luego todo terminará bien para todos..